jueves, 11 de febrero de 2021

La edad del descubrimiento



Hola de nuevo a todos nuestros lectores tras una larga pausa en este vuestro blog del metal, debido, entre otras causas, a la falta de conciertos que lamentablemente sufrimos en esta época de pandemia global. Sí que ha habido novedades discográficas, conciertos online y libros que he podido  disfrutar durante este tiempo, pero a los que no he dedicado su correspondiente lugar en este rincón, espero retomar de vez en cuando esa sana costumbre de compartir mis descubrimientos en cuanto a música potente se refiere.

El asunto que nos ocupa hoy son unos estudios con los que me he topado hace unos días:

https://indiehoy.com/noticias/un-informe-demuestra-la-edad-en-la-que-la-gente-descubre-su-banda-favorita/

https://indiehoy.com/noticias/estudio-confirma-los-30-se-escucha-menos-musica-nueva-estas-las-razones/ 

 en los cuales se comenta, a modo resumen, que descubrimos a nuestra banda favorita alrededor de los 12-13 años, y que a partir de los 30 dejamos de buscar o escuchar música nueva.

Me picó la curiosidad y quise verificar si en mi caso dichos estudios estaban en lo cierto y realicé un trabajo de compilación de los años de lanzamiento de mi discoteca particular. Estos son los resultados a modo de gráfica que he obtenido:

 

 

Teniendo en cuenta que nací en el 1982, debí descubrir a mi banda favorita alrededor de 1994-95. Según la primera gráfica, se observa un gran aumento del número de discos que tengo que fueron lanzados en esos años. Con esa edad, a parte de otros estilos musicales diferentes a los de tu infancia, se van descubriendo nuevas cosas en la vida que hacen que la banda sonora que te acompaña sirva de hilo conductor y banda sonora, cual película que puedes rememorar cada vez que oyes esos discos que te acompañaron en tu adolescencia. En cuanto a mis grupos preferidos, si miro los años y discos en que los descubrí, el estudio se cumple en bastante casos (coincide el año de lanzamiento con la edad en que los escuché por  primera vez):

Bad Religion, Stranger than Fiction, 1994,

Metallica, Load, 1996,

Iron Maiden, Best of the Beast, 1996,

Manowar the triumph of Steel, 1992 (éste lo descubrí algo más tarde)

Overkill, W.F.O., 1994 (al principiono me gustaron tanto, jeje)

The Offspring, Ixnay on the hombre, 1997

Rainbow (casi todos sus discos son anteriores mi fecha de nacimiento)

Me acuerdo de cada uno de esos discos, de quién me lo pasó, la de trilladas veces que me los escuché y los recuerdos que me traen. Del 94 al 97 tenía yo unos 12-15 años, adolescencia y descubrimiento de cosas nuevas a tope, entre ellas, mi preciado metal.

En cuanto al segundo estudio, el aumento de grupos que tengo de los 95 y los 2005 (13-23 años) es apabullante. Se nota que es la época de la explosión de mis gustos musicales: entre el instituto y la universidad tenía muy buenos proveedores de música en formato cinta y Cd, empezó la época de las descargas en internet y ante tal ocasión de conseguir música fácil, grababa todo lo que caía en mis manos antes de valorar la calidad de los discos. Además hay que reconocer que la variedad musical de aquel entonces era grandiosa: heavy, punk, mu metal, grunge, rock calimochero…Del resto de décadas, se nota que antes de grabar algo lo escucho para ver si merece la pena, sobre todo con la década de los 10, en que se ve el bajón en la gráfica. Resumiendo con el segundo estudio: en mi caso, tengo muchísima más música de “mi época”, pero porque, a parte de gustarme lo que había en esos años, no tenía filtro a la hora de grabar. Soy un fan de los 90-00 a todas luces, cosa que, cuando he comparado datos y realidad, se cumplen casi todos los tópicos y los estudios. ¿Os pasa a vosotros?.

 


3 comentarios:

megadave dijo...

En mi caso, sí que hace mucho que me dí cuenta de que dejé de explorar nuevos grupos y sonidos. Tal vez antes de los 30 incluso. Me he vuelto muy conservador y prefiero buscar joyas ocultas de grupos que conozco, a arriesgar con cosas nuevas.
También influye mucho el tiempo que puedo dedicar: si cada vez puedo escuchar menos, tiendo a ir a valores seguros.

Otro factor curioso, como dices, es que esas canciones son la banda sonora de nuestra vida. Cada canción que escucho de entonces, inevitablemente me trae recuerdos: de quién me lo grabó, con quién lo escuchaba o salía, la portada de turno que se había currado algún colega en la carátula..

Pero no menos curioso es que, si os fijáis, eso solo funciona con discos antiguos. Intenta asociar recuerdos a discos que escuchaste estos últimos años. Probablemente no te digan nada. Tiene mucho que ver con nuestro querido cerebro, que deja de ver interesantes las experiencias que ya se han repetido muchas veces...
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A riesgo de excederme demasiado, no puedo evitar contar mi historia:
Mi inicio en el metal fue relativamente tardío: a los 17. Antes había coqueteado con otros géneros diversos. Puede que lo más "duro" fuera Queen. Pero siempre he amado la movida y sus bandas (y lo sigo haciendo).

Nunca olvidaré mi estreno metalero con 2 cintas: una contenía el Stained Class y Sad Wings of Destiny, de Judas. La segunda, Killing Machine y varias canciones de Maiden. Recuerdo haber flipado con ese nuevo sonido, para mí muy agresivo y demoníaco entonces. Recuerdo un walkman, unos cascos incrustados en mis oídos y escuchas contínuas, incluso nocturnas, durmiendo con ellos. Recuerdo caras extrañas en mi casa... nadie escuchaba esa "música del infierno".

Me enganché como a una puñetera droga. A esas cintas le siguieron diversas de Maiden (que me grababa el inefable Akane, Hugo sabe quién digo ;)). De ahí pasé a alquilar CDs en el mítico Musical Castilla: descubrí a los Metallica, Megadeth, Slayer, Anthrax, Motorhead, Overkill, Blind Guardian, Helloween... Fueron años de volumen de cadena insano (para tormento de mis padres)y de imprimir carátulas y letras, que me aprendia religiosamente.

A ese final de instituto le siguió la universidad. Llegaron géneros más extremos. Ya necesitaba de Morbid Angel, Dearly Beheaded, Slipknot, Sepultura... Y Overkill ya era terciopelo para mis tímpanos. Joder, cuántas noches chapando apuntes mientras trillaba Under The Influence, Horrorscope, Necroshine, WFO...

También llegó la consagración en directos. Tras conciertos menores, el primer grande fue aquel mítico Festimad del 99, con maese Hugo, que nunca olvidaré. Desde aquel se sucedieron muchos, una época dorada que creo que duró hasta 2014-15. Donde el declive empezó a notarse. La vida va marcando otras prioridades.

Pero, aunque parezca que ese heavy ya no existe, todos lo seguimos llevando dentro. Es nuestro ADN. Puede que no frecuente conciertos, o que escuche menos discos. Pero llega Maka, se marca una crónica cojonuda (como siempre) y aquí ando, escuchando Sad Wings of Destiny después de tal vez 20 años... ¿Cerrando el círculo, tal vez?

El metal es como los buenos vinos: de joven te atiborras de lo primero que enganchas. De mayor, seleccionas poquito y lo saboreas. Tendremos pandemias, cataclismos y apocalipsis zombies. Pero el metal nunca morirá en nosotros.

mk dijo...

Fenomenal análisis, me quedo con este par de contundentes frases:

- “Intenta asociar recuerdos a discos que escuchaste estos últimos años. Probablemente no te digan nada”, muy cierto, quizá tenga su explicación psicológica en porqué cuánto más joven (o más anciano), eres más quieres ver las cosas repetidas veces (niños que ven 300 veces la misma película de Disney o de más mayor el mismo capítulo de los Simpsons o película (en mi caso Terminator 2, jeje), o trillar un disco más allá de lo insano para tus oídos). Esa continua repetición va unida a fases de crecimiento y descubrimiento, que ya en la adultez no se tienen (o son escasas) y por eso se une el descubrimiento artístico con el vital y como bien indicas “la vida va marcando otras prioridades”, o no tienes tiempo o necesidad de oírte mil veces el mismo disco, por mucho que te guste.

Resumiendo mi experiencia personal como fantásticamente has hecho tú: mi camino en la música dura vino con un inesperado regalo de cumpleaños por parte de mis amigos alrededor de los 14 años: el Load de Metallica (curioso también como por infames que sean considerados algunos álbumes, si para ti han sido especiales, siempre serán obras maestras). Anteriormente contaba con un estupendo bagaje en cuanto a conocimientos de música bakalao salpicado con una variedad de grupos que iban desde Siniestro Total a los éxitos pop de la época que salían por la tele.

Los 4 jinetes sembraron la semilla y una amalgama de grupos y estilos la regaban en mis adolescentes veranos en el pueblo gracias a las desinteresadas aportaciones de mis primos y amigos: The Offspring, Bad Religion, Ska-P, Kortatu…hasta que en uno de ellos Rhapsody e Iron Maiden aparecieron en la palestra y ya no hubo marcha atrás. Un (por aquel entonces) melenudo y metalero vecino ;) del último piso del edificio donde yo vivía comenzó a proveerme de material nunca antes escuchado en mi casa, y tras la llegada del internet el boom fue atómico…el resto es historia.

En cuanto a conciertos, el pegarme 2-3 de calidad al año o algún festival es cosa obligada en mí, procuro no perder esa costumbre, que como momento culmen lo marcó el mítico Metalmanía de 2003 en un desierto manchego de cuyo nombre no quiero acordarme…. Y por último, pero no menos importante: la cultura de bar de música dura y las consecuentes farras e himnos a grito pelado, ya sea en Madrid, Pucela, Salamanca o Ávila ayudó a arraigar ese sentimiento hacia una música inmortal.

Unknown dijo...

Que entrada más buena!!!!! La verdad que el metal marcó mi etapa universitaria. Conmigo se ha sacado la carrera, Lemmy, Bobby, Bruce, James, y otras grandes del Metal.

Mis inicios vinieron del punkrock y uno de los mejores discos de las historia para mi: Smash de The Offspring. Cada canción tiene un recuerdo especial de mi adolescencia. De ahí el paso fue natural.

Aún me acudo cuando compré en El Corte Inglés: WFO de Overkill y la señora de El Corte Inglés me mira y me dice con cara incrédula: ¿Overkill? Si, respondo: Overkill. Ahí mi vida dio un salto evolutivo.

Cintas grabas, escuchar un programa de los 40 que echaban por la noche los domingos, las tiendas Tipo, musical castilla, reproducir las letras de Helloween, Metallica, mi primer Festi con Alfonso como ya ha mencionado: Metallica en el Festimad en Móstoles. El gran Metalmania en Villarrobledo (el cartel más grande visto nunca: Sepultura, Overkill, Kreator, Motorhead, Bling Guardian, Maiden, Barón....)

Y muchas cintas, muchos discos, luego vino el mp3 y bandas nuevas como Arch Enemy o Lamb of God y aunque es cierto que ya no soy esa máquina devora discos aún tengo discos fetiche recientes que escucho y aunque no es lo mismo que con 20 años ni tienen esa magia (cosa que creo está relacionada con la edad o tu momento vital) si me "emocionan", como Nostradamus de Judas o los discos de Allegaeon o lo último de Kreator o Lamb of God, o Gloryhammer, pero es cierto que me cuesta encontrar bandas como cuando era adolescente, claro que antes no las conocía y por ejemplo cada disco de Metallica era un jodia joya a degustar poco a poco.