miércoles, 17 de septiembre de 2014

Redeemer of Souls - Judas Priest (2014)



 

Scott Travis (batería)                                                   Lanzamiento : julio de 2014
Ian Hill (bajo)
Glen Tipton (Guitarra)
Richie Faulkner (Guitarra)
Rob Halford (voz)

Con sesenta y tantos años, normalmente la gente está en el bar de abajo echando la partida o en el parque dando de comer a las palomas. Esto es así, hasta que te cruzas con esta banda de veteranos indómitos que llevan el metal en la sangre.

Seis años han pasado desde su antecesor, Nostradamus. En medio, una gira de despedida que no fue tal, la salida de uno de sus fundadores, Downing y la entrada de un joven talento, Richie Faulkner.

Debo admitir que ya poco o nada esperaba de los Judas, la edad es justiciera implacable. Hasta que escucho por primera vez este Redeemer of Souls, y entonces comprendo perfectamente el título. The Priest is back, y viene pateando traseros.

En líneas generales me ha dado la sensación que me dio Angel of Retribution en su día: la de encontrarme ante un disco atemporal. RoS reúne los elementos clásicos de siempre (endiablados riffs de guitarra, la contundencia de Travis a las baquetas, un Halford que nunca defrauda, composiciones que enganchan a la primera) con una sabia adaptación a los tiempos que corren.

Empezando por Dragonaut, ya desde el inicio descubrimos que el disco promete. Buena pegada de Travis, una melodía pegadiza con buenos riffs y un Halford que mide los esfuerzos y lo hace muy bien.

Siguiendo con Redeemer of Souls, corte con tinte épico, ya cuando la divulgaron como aperitivo me recordó un poco a la etapa de Halford en solitario y tenía miedo de que el disco fuera a seguir esta línea. Se escucha bien, Halford poderoso al micro. Tiene cierto aire al Hell Patrol de Painkiller, no pueden negarlo.

Con Halls of Valhalla, creo que se me erizó el vello. No esperaba semejante pepinazo a estas alturas de la vida… Seis minutazos de potencia reivindicativos, de esos que dicen: “no te atrevas a llamarme abuelo”. Todo en esta canción carbura bien: Halford forzando a tope sus gastadas cuerdas vocales y variando registros, ritmo frenético, endiablados riffs, batería. Alucinante que aún puedan ofrecernos esto.

Sword of Damocles, corte con mucha pegada de la batería, doble bombo. Algo más lento que lo visto hasta ahora, el estribillo es pegadizo y la parte más acústica del corte está currada, aunque puede que sea de las que menos me atraen. Con más escuchas termina gustando.

March of the Damned es un típico tema Judas de comienzos de los 80, finales de los 70, aunque con la lógica adaptación a nuestro tiempo que impregna todo el disco, resuelto con brillantes duelos de guitarra de los que siempre nos han deleitado. El riff principal es muy pegadizo, me encanta. Y me gusta ese registro que Halford usaba en sus inicios, en el que no necesitaba dejarse la garganta para demostrar el peazo cantante que es. Atemporal.

Down in Flames, comienza poderoso en las guitarras, con esa afinación algo más grave de lo acostumbrada y Halford muy acertado a las voces. No es de lo mejor del disco, es de esos temas que hacen bulto, sin más.

Seguimos con Hell & Back, uno de los pocos temas en el que noto cierto protagonismo del bajo. Medio tiempo pesado, que también tiene cierto aire de sus discos setenteros. Otra de las que no me dicen mucho, tal vez algo lenta sin aportar mucho más, aunque gana según avanza gracias al trabajo de los guitarras. El final me gusta, súper clásico, me recuerda a los tiempos del Stained Class o el Killing Machine, tendrían que haberlo sacado más partido.

En el comienzo de Cold Blooded no puedo evitar recordar el comienzo de Bloodstone. Incluso el título tiene que ver. ¿Será un guiño a propósito? La verdad es que no pueden negar que el riff es casi el mismo.  Hay que decir que la canción engancha, súper pegadiza, con una atmósfera que te envuelve. Una vez más Halford está soberbio sin tener que pegar gritos, y ésa es su grandeza. Canción muy completa, me encanta, da variedad al disco.

Con Metalizer se termina el descanso de los últimos cortes y volvemos a la caña. Base rítmica potente durante todo el corte, una composición bastante lograda, Halford entonando muy bien. Otro de los temas a destacar para mí, que demuestran que esta banda aún tiene cosas por ofrecernos y aún puede enganchar a nuevo público.

Crossfire nos muestra nuevamente una esencia clásica. Una reivindicación de lo que es bueno y ya casi no se hace. En este disco han tirado más de sonido clásico que en álbumes anteriores, se nota que los Judas ya se han cansado de intentar contentar a los que les piden un Painkiller tras otro. Si te gustaba la época de los Killing Machine y similares, te gustará. A mí sí. Genial Halford, cantando como cantaba hace 30 años.

Secrets of the Dead, es de las prescindibles. Me recuerda más a su Nostradamus y no es un disco que me emocionara demasiado. Es un tema lento, que tampoco tiene otros elementos que enganchen. Se agradece la inclusión de algún efecto que ayuda a crear la atmósfera del tema.

Battle Cry es otra de las delicias de este disco, que transmiten energía y las ganas de esta banda de dar un golpe en la mesa. Corte rápido, animado, con excelentes duelos de guitarras y Halford forzando más de lo habitual. Travis soberbio una vez más. No pasará a la historia, pero demuestra un gran saber hacer y entusiasmo.

Y para finalizar, faltaba la balada, Beginning of the End. Buen acompañamiento instrumental para permitir el lucimiento a Halford. Normalita, Judas las ha hecho mejores, pero siempre es una maravilla escuchar a estos tipos sacando lo mejor de sus instrumentos.

Respecto a los bonus de la edición Deluxe, a falta de más escuchas me quedo con Snakebite de corte muy ochentero, podría haber sido incluida en cualquiera de aquellos primeros discos. Tears of Blood suena muy decente, y junto con Snakebite podrían haber sustituido a otras como Hell &Back y Down in Flames.
Creatures, un tanto atípica, se aleja un poco del estilo Judas. Cumple como cara B, al igual que Bring It On.   Never Forget, otra baladilla para cerrar, ahora sí, este último trabajo de los Judas. Muy entrañable, edulcorada.

Para finalizar, destacar que estamos ante casi hora y media de nuevo material. Los seis años de espera han merecido la pena, con un buen puñado de canciones que entran de primeras y otras muchas que lo harán con el tiempo. El nivel del disco es bastante alto en general, mejor que Nostradamus y a la altura de AofR, por decir los más recientes, ya que es difícil comparar habiendo semejantes saltos temporales. Reúne lo que creo que cualquier fan Judas puede esperar.

Faulkner supera con nota el órdago de suplir (que no sustituir) a Downing, aunque quién sabe lo que podría haber aportado este veterano. 

Ojalá no sea (aunque lo tememos) el último álbum. De momento, es tiempo de disfrutar de este buen material y de desempolvar el resto de sus clásicos. Quién sabe, los dioses no entienden de tiempo.

TrackList:
01. Dragonaut
02. Redeemer of Souls
03. Halls of Valhalla
04. Sword of Damocles
05. March of the Damned
06. Down in Flames
07. Hell & Back
08. Cold Blooded
09. Metalizer
10. Crossfire
11. Secrets of the Dead
12. Battle Cry
13. Beginning of the End

Bonus tracks:
01. Snakebite
02. Tears of Blood
03. Creatures
04. Bring It On
05. Never Forget