miércoles, 24 de junio de 2015

Crónica: KISS -Palacio de los Deportes-Madrid-22 Junio 2015

Cópiese cualquier crónica de KISS de sus últimas visitas a España, añádense varias generaciones nuevas y personas que los ven por primera vez, un set un poco renovado, pero unas ganas, ilusión y entrega intactas, y quítense algunos elementos del show y cuatro temas, y tendrán el grandioso y habitual espectáculo que nos ofrecieron estos auténticos dioses del espectáculo en directo.



Tras el calentamiento de unos pasables Dead Daisies (entre los que destacaba el gran Marco Mendoza), el abarrotado Palacio de los deportes de Madrid, con sus 15.000 gargantas recibió a los míticos neoyorkinos como se merecen, con la misma pasión y entrega con las que los maquillados nos obsequian en las contadísimas ocasiones (5 o 6 giras nada más) en las que han visitado nuestras tierras, y que esperemos que sean muchas más, antes de que sus ya veteranas voces y cuerpos pidan descanso.



Un brutal comienzo con Detroit Rock City y Deuce, con una entrada más discreta  de lo normal (si se puede decir así de miles de luces, fuego, bateria descendiendo del techo y explosiones), puso a todo el respetable patas arriba, dejándonos la garganta , las palmas y las piernas en cada segundo de estos primeros momentos.



Tras las habituales y siempre bien recibidas palabras en español de Don Paul Stanley, nos llevaron a través de varios temas menos habituales por su mundo de fiesta, rock, diversión y buen rollo. No hubiese estado mal intercalarlo con temas más conocidos (personalmente I Love it Loud y Do you love me no están en el top 10 de la banda) , ya que se enfrió un poco el buen comienzo del concierto.



Sus tan conocidos juegos y cabriolas hacían las delicias de todo el mundo, boquiabierto esperando el siguiente truco o la siguiente explosión de fiesta. No hubo solo de bateria con bazoka, ni guitarra humeante, ni guitarra espejo, pero no faltaron los vuelos de Paul y Gene, los disparos de Tommy, la sangre, los besos, las púas, las posturas, la comunión con el público, su público, tantas veces adorado por ellos mismos y del que nunca se olvidan en cada show, mostrando siempre numerosos planos de la  gente en las pantallas. El apartado visual con las luces y pantallas merece mención especial, ya que es el grupo que más calidad atesora en este aspecto, con una definición claramente alejada del conocido pantallón tricolor a ambos lados de otros combos. Cientos de animaciones y colores diferentes (todo muy muy brillante) para cada tema daban ese extra de calidad para cada canción.



Tras el solo de bajo, los clásicos empezaron a caer, quizá demasiado deprisa, ya que cuando la cosa estaba más que caldeada con Love Gun y Black Diamond con Paul volando sobre nuestras cabezas, se despidieron para el bis, y vaya bis, con la guinda final del mejor cierre de concierto que dé cualquier banda del planeta con Rock and Roll all Nite y su indescriptible show final. En ese momento no estás en una fiesta, TU eres las fiesta, y así nos lo hacen ver a todos y cada uno de los que allí estamos, sintiéndonos como uno de esos millones de  trozos de confeti lanzados al aire para volar libres y ser felices, sí, ser felices.




Un final de crónica algo ñoño, pero es que acabar diciendo que es el mejor jodido directo que vais a vivir en vuestras p**as vidas, y que cuando los veas te maldecirás de no haber ido antes a verlos, es un recurso que ya utilizo mucho, y que por repetición ya deberíais de saber. ¡¡Cucurrucucuuuuuu palomaaaaaa!!
  1. (Gene spits fire)
  2. (with "Won't Get Fooled Again"more )
  3. (Gene spits blood and flies)
  4. (Paul flies out to the crowd)
  5. Encore:
  6.  
    PD: Fotos cortesía de mi Cris, que lo flipó, y a la que sí la encanta I Love it Loud ;) 

martes, 23 de junio de 2015

My God-Given Right - Helloween (2015)







Michael Weikath - Guitarra
Markus Grosskopf - Bajo
Andi Deris - Vocalista
Sascha Gerstner - Guitarra
Dani Löble - Batería




Aquí tenemos el decimoquinto álbum de estudio de nuestra entrañable calabaza, que se dice pronto. Se les podrá poner muchas pegas, pero nadie negará que es una de las bandas más currantes que hay, con un fiel promedio de dos años por álbum en sus ya 30 años de carrera. Mención aparte a toda la parafernalia que suele rodear a los discos de Helloween en forma de vídeoclips, fotografía y temáticas bastante curradas.

Este My God-Given Right se caracteriza por varias cosas. La primera, por su longitud: 16 nuevos temas (en la versión extendida) y 73 minutos de duración. La segunda, por una mayor utilización de teclados, tendencia que ya se notó en Straight Out of Hell.

Nos encontramos ante un álbum variado, en el que hay sitio para cortes rápidos, medios tiempos, elementos innovadores y guiños a sus anteriores trabajos. Debo decir que su primera escucha me dejó algo tibio, pero tras las muchas escuchas que ya llevo he encontrado muchas virtudes.

A nivel vocal, Andy suena sorprendentemente bien, tal vez economizando esfuerzos y siendo más “sabio”, pero controlando muy bien sus registros y ofreciendo un repertorio que esta vez sí podrá defender con garantías en directo. Con el tiempo la banda ha adquirido un estilo adecuado a la voz de Deris, y se nota cada vez más en sus discos.

Ya desde su inicio, nos encontramos  con un corte potente, Heroes, con un sonido innovador y un estribillo bastante pegadizo (Everyone can be a heeeroooo! weee areee we areee!), de esos que el público cantará en directo. Como apertura está bien, transmite la energía y la innovación que caracterizarán al disco y tiene buenos duelos de guitarras.

Battle´s Won empieza y acaba con uno de esos bufidos de Deris que ponen los pelos como escarpias, para seguir con un tema rápido, con mucha melodía y que fue presentado como primer single. Bastante épico tanto en sonido como por su letra, recupera el espíritu happy que les caracteriza y debiera gustar a partes iguales tanto a los nuevos fans como a los de siempre. Me gusta!

My God-Given Right, otro corte épico, ya desde su nombre. Muy pegadizo, se te queda en la cabeza. No es de los rápidos del disco, pero es contundente, intenso. Para dar nombre al disco, tal vez se podría esperar algo más, pero suena bien.

Stay Crazy, con la temática habitual de Helloween, respecto al “carpe diem” y “la vida es muy corta” (recordemos Don´t Stop Being Crazy), no es muy destacable, se deja oir sin más, tal vez destacar las ganas y la entonación de Deris y ciertos momentos de rapidez.

Lost in America, es curioso, pero me suena un poco estilo Gamma Ray o Stratovarius. Es bastante pegadiza, no es un temazo pero mantiene el nivel del disco.

Russian Roulé es una de las primeras gratas sorpresas para mí.  Canción en tono jocoso, con un Deris soberbio, alternando sus mejores agudos con algunos graves. Estribillo súper pegadizo con el clásico gritito de Deris de los que rompen copas de cristal.

The Swing of a Fallen World, otra buena sopresa. Nada que ver con los happy Helloween, es  el corte más oscuro del disco, con un Deris dramático, rayando a un excelente nivel, a veces rasgándose la voz. Una atmósfera que estremece, gracias en parte a los arreglos de teclado, a Deris y a la letra. Tiene un riff principal sencillo pero muy efectivo. Los más acérrimos la criticarán, pero para mí es de lo mejor del disco. Encima para rematar, una parte final veloz con buenos duelos de guitarras, para después volver al riff principal. Dan ganas de oírla una y otra vez.

Y cómo no, no podía faltar la balada, Like Everybody Else. Sin ser una gran balada (hace mucho que Helloween no nos regala una), sirve para disfrutar de un buen Deris luciéndose y relajarse ante lo que se avecina después.

Porque Creatures in Heaven es otro de los temazos imprescindibles. Desde su efectista intro inicial, que da paso a uno de los riff principales y a una base rítmica contundente, que hace pensar en lo mejor. A continuación, cambio de ritmo, y empieza la caña! Canción que combina potencia y melodía, unido a un buen acompañamiento de teclado y a unas melodías de guitarra que enganchan. Deris genial una vez más, no me cansaré de decirlo.

If God loves Rock ‘N Roll, otro de los que se te quedan en la cabeza, con una melodía principal muy pegadiza y varios cambios de ritmo. Muy helloweeniano y animado, aporta frescura al álbum. De los que más me han gustado.

Living On The Edge, un tema potente, rompiendo la tónica melódica del disco, con guitarras y base rítmica más pesadas que en otros cortes, si no contamos con esa explosión hacia el final de la canción, donde nos regalan unos duelos de guitarras bastante resultones. Un poco true metal, con ese coro Carry Ooonnn…!! a lo Manowar. A los que aman la era Deris les gustará bastante.

Claws, otra de las joyas del disco, una delicia desde el principio en sus casi 6 minutos, al más puro estilo del Better Than Raw, batería castigando las baquetas desde el principio, cambios de ritmo, un Deris partiéndose el alma, guitarras muy bien sincronizadas. Ahw! Aaaaaahw!!! Brutal!!! Imprescindible. Si la gente no hace pogos en directo con esto….es que no tienen alma.

You, Still of War, empieza como un corte muy pausado, para dar paso a un medio tiempo contundente a la batería y las gitarras y con la presencia de teclados que caracteriza al álbum. Lo adorna un Deris variando bastante de registros  y una melodía que sin ser memorable termina por quedarse en la cabeza. Tema que no gustará a los fans del Helloween primigenio. Final del disco en versión normal, tema largo como de costumbre.

I Wish I Were There, es de esas canciones que al principio no prometen mucho, pero que según avanza va ganando puntos. Corte potente, con doble bombo en bastantes partes de la canción y un gran trabajo del mamporrero. Tal vez tendrían que haber evitado las partes lentas de la canción, habría sido un temazo.

Wicked Game, es posiblemente el corte menos Helloween del disco. Al principio tiene un pase, pero el estribillo con la voz gutural mata bastante el tema. Y si le sumas los teclados, aún más. Parece de algún grupo de rock modernete. Prescindible, sólo se salva el último minuto, por fortuna, es un tema extra.

Y por último, pero no desdeñable, Free World. Canción de ritmo veloz y sencillo desde su inicio, estropeada una vez más por la alternancia con partes lentas. Pero muy potente en general  y con buenas partes melódicas, es un buen final de disco.

 
En resumen, este álbum demuestra que la calabaza sigue en forma y es capaz de ofrecer un buen nivel después de tantos álbumes. En mi opinión, por debajo de 7 Sinners o Straigh Out of Hell, pero manteniendo el buen nivel de los últimos años. Un álbum extenso y variado para saborear con calma, una buena noticia como siempre.