martes, 14 de septiembre de 2021

Senjutsu (2021) - Iron Maiden


He aquí mi análisis del esperado trabajo de la Doncella, tras 6 largos años de ausencia (la mayor en su historia).Intentaré dar unas primeras pinceladas de un disco largo, denso y lleno de matices, el cual sería un error intentar dictar sentencia con tan sólo un par de escuchas. Adelanto que estamos ante un álbum bastante superior a sus predecesores, de esos que transmiten ya desde la primera escucha (no en vano soy muy reacio a hacer una crónica tan pronto).

Ya empezando por la portada, aún lejos de aquellas míticas de los 80 (vivimos en la era de la corrección, sniff…), me transmite más que las últimas, demasiado sosas y pensadas para todos los públicos. No es gore, ni hay sangre a borbotones, pero tenemos a un Eddie samurái que parece muy cabreado, dispuesto a cobrarse víctimas entre aquellos que ya no dábamos un duro por ellos. Espero que esta crónica sirva para aplacar su ira y lograr el indulto de este miserable e ingrato cronista :P

Vamos directos a desgranar los cortes:

Senjutsu. Ya desde el inicio, la Doncella hace una declaración de intenciones en este corte que da nombre al álbum con una apertura de Mc Brain demostrando que tal vez haya perdido fuelle, pero no su precisión de reloj suizo, y nos regala a los oídos una percusión casi tribal. A destacar también un Bruce solemne y en buen estado de forma. Medio tiempo de tinte épico y temática guerrera, que va ganando conforme avanza, con esa atmósfera oscura que parece impregnar a casi todo el disco. Puede que a los fans más clásicos no les acabe de convencer.

Stratego, más fiel a sus discos ochenteros, compuesta entre Harris y Gers. Con esa inconfundible base rítmica tan característica de Maiden, que se te queda metida en la cabeza y que da paso a un Bruce en este caso más apagado, sobre todo en las partes más “habladas” de la letra. Y es una pena, porque creo que a nivel instrumental la canción es directa, potente, idónea para meter en el set-list. Aquí tal vez Harris tenía que haber apretado un poco más al bueno de Bruce...

The Writing on the Wall. Medio tiempo pausado, sobre una base rítmica lenta y algo monótona. La clase de corte al que nos tienen acostumbrados en los últimos álbumes, que unos aman y otros odian a partes iguales. También es de las que creo que Bruce interpreta mejor, llegando a ciertos agudos que a veces le cuesta encontrar. La composición es buena, pero en mi opinión le falta pegada para una banda como Maiden y se salva gracias sobre todo a Nicko y Bruce, y al duelo final de guitarras.

Lost in a Lost World. Tras una intro pausada, de balada, da paso a un esquema que me retrotrae mucho al X-Factor (no es la única canción que me lo recuerda). Quién diría que llegaría a verlo como algo positivo de este Senjutsu. Si estuviera cantado por el Bruce de aquellos años, sería la leche! (Y que conste que en este corte lo hace bastante bien). A pesar de su longitud, se me ha hecho muy llevadero, con una parte central instrumental plagada de buenos riffs. Y es que hay que reconocer que los guitarras están bastante inspirados en casi todo el álbum.

Days of Future Past. Ostras, vaya temaco! Me ha puesto los pelos como escarpias, recordando sensaciones olvidadas de esta grandísima banda. Una entrada potente, sin concesiones, con una base rítmica de las de siempre, de las que echaba de menos, alternando varios cambios de ritmo con los estribillos y con un Bruce jodidamente en forma (en otros cortes se le nota más viejuno, pero aquí lo he flipado!) Por fin un tema corto, potente y redondo. Un sopapo en la cara de los más incrédulos.

The Time Machine. Comienza con una intro pausada de guitarra con Bruce a las voces para dar paso a un medio tiempo tranquilote en el que destaca un estribillo bastante pegadizo y un Bruce que suena más agudo y limpio que en otros cortes. Engaña mucho, porque ojo con esos varios cambios de ritmo a partir de mitad de canción, que la transforman completamente, como en los viejos tiempos. Es otra de las virtudes de los Maiden que creo que se recuperan en Senjutsu: esa capacidad de sorprender y dejarte descolocado cuando piensas que la canción ya no da para más.

Darkest Hour. Canción con una atmósfera oscura, melancólica, y un Bruce cantando en perfecta armonía con las guitarras. ¿Qué nos deparará esta suave intro? En este caso un medio tiempo en el que destaca la pegada lenta pero milimétrica e implacable de Mc Brain, dando paso a una colección de riffs que me recuerdan a esos Maiden de los 80 que hacían cosas imposibles con sus guitarras. En general, melancólica, emotiva, sin necesidad de potencia o cambios de ritmo para hacerte diana de lleno.

Death of the Celts. Otra intro oculta, enigmática, en la que destaca el impecable sonido de las guitarras (el sonido en todo el álbum me parece soberbio), que se transforma en una melodía más alegre, con ese toque celta que le da título. Hasta casi mitad de tema, que la Doncella vuelve a sorprendernos y se transforma en un tema instrumental, que recupera elementos genuinamente Maiden (una parte me recuerda mucho a Losfer Words, con todo lo bueno que ello conlleva). Trabajazo de los hachas, con esa forma de enlazar unos riffs con otros, trabajazo de McBrain, puede que de lo mejorcito del batería en todo el disco, formidable la línea de bajo de Harris, tan prominente. ¡Una gozada, Maiden puro y duro del que todos queríamos! Diez minutos más que justificados.

The Parchment. Doce minutazos que nos regala Harris, de corte instrumental durante gran parte del tema. Empieza con una intro pausada, que parece marcar el preludio de lo que va a ocurrir después. Tras esta intro, y casi hasta el final, me recuerda al estilo de los temas más largos del Brave New World, puede que a The Thin Line Between Love and Hate. Inspirada al parecer en la matanza ordenada por Herodes en Jerusalén, el corte es un medio tiempo denso y oscuro, hasta que allá por el minuto 10 la Doncella nuevamente tira de casta y nos mete un cambio de ritmo endiablado con los guitarras dejándose las uñas en las cuerdas. Cómo echaba de menos estos cambios explosivos, ausentes durante demasiado tiempo.

Hell On Earth. Otro de los más extensos (11 min) y firmados por el señor Harris. Lleva 100% la impronta Maiden, ya desde su inicio, recordándome éste una vez más al ya lejano X-Factor. A diferencia de sus últimos trabajos, en Senjutsu las intros no se me hacen largas, aportando una profundidad y una atmósfera muy interesante al álbum. Tras la intro, pasamos a un medio tiempo muy emotivo, que engancha desde el principio, con detalles soberbios en forma de riffs, sacudiéndose de un manotazo algunos añitos. Con Bruce a las voces más enérgico y rasgado. Sin duda, trabajazo de Harris, que vuelve a echarse a sus espaldas el peso de la composición. Y un buen cierre del disco, que esperemos no sea lo último que haga Maiden.

En resumen, un buen regreso de la Doncella, mejor de lo que esperaba. Posiblemente, con más escuchas, escale posiciones dentro de la segunda etapa de reunión de la banda. A destacar también la buena labor a nivel compositivo de Harris, que aporta 4 de los temas en solitario y colabora en otros 4, estando bastante inspirado. Y el gran trabajo en las líneas de bajo, que elevan notablemente la puntuación global.

El mayor error (al menos para mí) de sus últimos discos, ha sido crear temas queriendo condensar tanto en cada uno y queriendo adornarse más de lo necesario. Pero en este caso, en general es acertado y creo que supera a sus últimos trabajos, posteriores a Dance of Death (para mí el último disco potable de la banda). Como destacables, me quedo con Stratego, Days of Future Past, The Time Machine, Death of The Celts, pero el nivel general es muy bueno, sobre todo dada la extensión del álbum. Me quedo muy sorprendido.

Up the Irons!!!