Tras el calentamiento de unos pasables Dead Daisies (entre los que destacaba el gran Marco Mendoza), el abarrotado Palacio de los deportes de Madrid, con sus 15.000 gargantas recibió a los míticos neoyorkinos como se merecen, con la misma pasión y entrega con las que los maquillados nos obsequian en las contadísimas ocasiones (5 o 6 giras nada más) en las que han visitado nuestras tierras, y que esperemos que sean muchas más, antes de que sus ya veteranas voces y cuerpos pidan descanso.
Un brutal comienzo con Detroit Rock City y Deuce, con una entrada más discreta de lo normal (si se puede decir así de miles de luces, fuego, bateria descendiendo del techo y explosiones), puso a todo el respetable patas arriba, dejándonos la garganta , las palmas y las piernas en cada segundo de estos primeros momentos.
Tras las habituales y siempre bien recibidas palabras en español de Don Paul Stanley, nos llevaron a través de varios temas menos habituales por su mundo de fiesta, rock, diversión y buen rollo. No hubiese estado mal intercalarlo con temas más conocidos (personalmente I Love it Loud y Do you love me no están en el top 10 de la banda) , ya que se enfrió un poco el buen comienzo del concierto.
Sus tan conocidos juegos y cabriolas hacían las delicias de todo el mundo, boquiabierto esperando el siguiente truco o la siguiente explosión de fiesta. No hubo solo de bateria con bazoka, ni guitarra humeante, ni guitarra espejo, pero no faltaron los vuelos de Paul y Gene, los disparos de Tommy, la sangre, los besos, las púas, las posturas, la comunión con el público, su público, tantas veces adorado por ellos mismos y del que nunca se olvidan en cada show, mostrando siempre numerosos planos de la gente en las pantallas. El apartado visual con las luces y pantallas merece mención especial, ya que es el grupo que más calidad atesora en este aspecto, con una definición claramente alejada del conocido pantallón tricolor a ambos lados de otros combos. Cientos de animaciones y colores diferentes (todo muy muy brillante) para cada tema daban ese extra de calidad para cada canción.
Tras el solo de bajo, los clásicos empezaron a caer, quizá demasiado deprisa, ya que cuando la cosa estaba más que caldeada con Love Gun y Black Diamond con Paul volando sobre nuestras cabezas, se despidieron para el bis, y vaya bis, con la guinda final del mejor cierre de concierto que dé cualquier banda del planeta con Rock and Roll all Nite y su indescriptible show final. En ese momento no estás en una fiesta, TU eres las fiesta, y así nos lo hacen ver a todos y cada uno de los que allí estamos, sintiéndonos como uno de esos millones de trozos de confeti lanzados al aire para volar libres y ser felices, sí, ser felices.
Un final de crónica algo ñoño, pero es que acabar diciendo que es el mejor jodido directo que vais a vivir en vuestras p**as vidas, y que cuando los veas te maldecirás de no haber ido antes a verlos, es un recurso que ya utilizo mucho, y que por repetición ya deberíais de saber. ¡¡Cucurrucucuuuuuu palomaaaaaa!!
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(Gene spits fire)
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(with "Won't Get Fooled Again"… more )
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(Gene spits blood and flies)
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(Paul flies out to the crowd)
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- Encore:
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PD: Fotos cortesía de mi Cris, que lo flipó, y a la que sí la encanta I Love it Loud ;)
1 comentario:
Jo macho....lo de los trozos de confetti me ha llegado a la patata! Sniff...snifff
Excelente crónica y poético final, jejeje. Tuvo que ser la releche el show. Tengo ya ganas de un buen conci, que llevo mogollón de tiempo de secano.
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