Rápido se
pasaron los meses desde el anuncio de la vuelta de estas leyendas a España y
rápido se pasaron las polémicas sobre las entradas, la grada, la pista y la eterna despedida al ver salir a los teutones darlo todo y dejarse
la piel como en cada concierto que han dado en sus 50 añazos de carrera. Desde
el primer segundo queda claro que la voz de Meine, las guitarras de Schenker y
Jabs, y la energía de la base rítmica (que ya no son meros acompañantes) están
al 100% y nos podrían seguir ofreciendo conciertos de calidad durante
muchísimos años más. Si la banda está así en su
recta final, como estaría en su apogeo ochentero!. Son pocos los
dinosaurios del metal que ya quedan coleando y que sean capaces de llenar una
plaza de toros dos días seguidos y ofrecer el espectáculo y calidad que dan
estos señores. El respetable se quitó el sombrero ante tal demostración de puro
heavy metal, y al final de la velada la única crítica fue la ausencia de algún
que otro temazo en el repertorio, y es que con una trayectoria tan dilatada es
difícil contentar a todo el mundo.
Comenzaron
con Sting in the Tail, uno de los temas de su buenísimo, aunque algo irregular,
último álbum, y precisamente éste no es de los mejores temas, pero tiene la
energía necesaria para ser un buen comienzo.
Acto seguido comienzan los clásicos, aunque con el pedal de la
velocidad bastante relajado: hasta 8
temas de medio tiempo con baladas intercaladas, nos hacen deleitar el exquisito
plato sin prisas y saboreando cada nota. Klaus Meine está en un estado sublime
y llega a cada tono, con su limpia y cristalina voz nasal tan característica. A
su edad la mayoría de los cantantes luchan por sobrevivir dignamente tras cada
esfuerzo, pero el pequeño de Klaus no escatima calidad y llega a cada corazón de
metal sin sobreesfuerzos.
La comunión
con el público es total, y ya en la segunda parte del concierto destapan el
tarro de la velocidad y las carreras de los hachas no paran de sucederse de un
lado para el otro. Posturas, ánimos a la grada, energía y electricidad a
raudales para ir desgranando temas de diferentes épocas: desde el novísimo
Raised on Rock (para mí, uno de los mejores temas de su carrera), hasta el gran
Big City Nights, pasando por Blackout, con el disfraz de loco correspondiente
para el hiperactivo de Rudolf.
Los solos
intercalados no tuvieron demasiada calidad técnica, pero el de batería de
Kottak es uno de los más originales que se pueden ver hoy en día, acompañado
por imágenes de éste tatuado guasón interpretando diferentes escenas de las portadas
de los Scorps.
El tiempo
vuela y dejan para los bises su triada más radiada, comercial y magnífica: Wind
of Change, Still Loving you y Rock you like a Hurricane. Paz, amor y Rock
repartidos en tres de los mejores temas de la historia del metal y de los que
todos nos hacemos partícipes en una sola voz, haciendo que la banda nos quiera
regalar un tema extra con el que despedirse (¿para siempre?) de nuestras
tierras. When the Smoke is going down da paso al reparto de material (continuo
durante todo el concierto), y que deja a todo el mundo con ganas de más, no
sólo hoy sino para más años. Como rezaba la
firma de Kottack a la espalda: Rock n Roll Forever!!!
( Todas las fotos son de nuestro corresponsal en pista
Torri, muchísimas gracias!)
SET LIST:
· Encore:
· Encore 2:
· When the Smoke Is Going
Down
1 comentario:
Una crónica a la altura del blog y de nuestra posición en el conci ;D
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